En moda hay muchas cosas que son así porque sí. Te pueden gustar o no las lentejuelas, el estilo bohemio o Marc Jacobs, pero el hecho de que el chándal sea la prenda anti-estilo por excelencia es incuestionable. Y eso siempre ha sido así porque sí, porque nuestro cerebro está predispuesto a no cuestionar lo contrario. Sin embargo, hace unos días, Elle Italia dedicaba un editorial muy inspirador con esta prenda deportiva como protagonista. Permitidme decir que me encanta el resultado.
Uno de los axiomas más claros de mi pensamiento se venía abajo con estas fotografías. ¿Cómo habían conseguido camuflar tanto un chándal para que pareciera tan genial? Creí que la cosa quedaría así, pero llevo unos días tan obsesionado, que no paro de ver todo tipo de chándal combinado con tacones, abrigos y bolsos.
Y no sólo las chicas. También los chicos hemos decidido apostar por la comodidad del chándal (Dios, es la primeva vez que hablo de un chándal como de una apuesta acertada. Y eso me aterra):
A los fanáticos e intensos diré que es obvio que no voy a empezar a usar chándal en mi vida. No lo hago desde el colegio y no lo voy a hacer ahora. Simplemente reseño lo que mis ojos ven.