La moda merece la pena, y mucho, cuando consigue hacernos soñar. Hace unos años, cuando empecé a interesarme de verdad por todo esto de los desfiles, de las tendencias, y comenzaba a aprenderme los nombres de los diseñadores, las modelos y los editores, todo lo que pudiese aparecer en revistas como Elle o Vogue en sus números de septiembre conseguía hacerme soñar. Con el paso del tiempo, ese je ne sais quoi que sentía al ver las colecciones o los escenarios en los que se presentaban en París o Milán disminuía. Ya no era lo mismo, ya nada conseguía inspirarme esa ensoñación en la que antes me veía inmerso. Louis Vuitton, con su impresionante locomotora de principios del siglo XX, me ha devuelto a mi "niñez fashionista".
Un desfile en el que, si me apuráis, la colección es lo de menos, a pesar de contar con piezas y cortes tan sublimes que bien podrían dictar el reinado de una nueva silueta. Abrigos largos y chaquetas estructuradas de grandes solapas, junto a faldas monjiles que cubren a su vez pantalones hasta los tobillos con formas holgadas. Vestidos acampanados y enormes sombreros de Stephen Jones dignos de la mismísima Lady Violet Grantham.
Elegantes señoras que llegan de un largo viaje con paso firme, decidido, y mirada intrigante. Señoras de alta alcurnia demasiado delicadas y sofisticadas como para portar su propio equipaje: cada una de ellas es acompañada por un miembro del personal de la estación que lleva sus bolsos, sombrereros y baúles de la firma francesa. Un nuevo concepto a la hora de presentar los complementos en los desfiles, si se piensa bien.
4 comentarios:
que buenas prendas divinas
Genial lo del tren. Poner eso arriba de una pasarela me recuerda a las superproducciones que armaban los viejos grupos de rock como AC/DC o Kiss, con gigantes bolas de demolición en los escenarios, o los músicos volando por los aires.
Me apasionan esos abrigos, me los pondría a todas horas!
me ha encantado, esta colecciòn tiene mucha personalidad...como tu dices consigue transportarnos y hacernos soñar.....muy buena, sì señor....ah, tambièn te digo que algunas de las propuestas jamàs me las pondrìa, pero eso forma parte del juego. Un abrazo
Sara esercito
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