Cualquier seguidor profesional de fiestas comprenderá a la perfección este post. Hoy sábado (buen día para hablar de fiestas) me acabo de dar cuenta de que no hay celebración que no cumpla una serie de fases fotográficas que suceden sin que nos demos cuenta. Seguro que te sientes identificado con más de una:
Fase 1: llevas tu traje de chaqueta con pajarita y lo máximo que admites es una copa de champán. No quieres beber más porque la ocasión merece mantener la compostura, así que te muestras correcto y hablas lo justo.
Fase 2: inevitablemente se va formando un coro a tu alrededor que empieza a demandar alguna de tus historias. Les cuentas aquello que te pasó cuando fuiste a Marruecos y lo que te dijo la chica sueca del pub.
Fase 3: piensas 'bueno vale, una foto tonta y ya'. Tal vez te despeines, pero al final no ha sido una, sino siete las copas de champán que has bebido y te apetece eso de saltar delante de la cámara.
Fase 4: la chaqueta sobra y la aparcas en un sillón. Los saltos cada vez son más altos. Llevas una botella de champán y algunos vasos de ron y empiezas a sentir un 'leve' mareo.
Fase 5: abrazas a todo el mundo. La música ha subido demasiado de volumen y ya sólo puedes ser fotografiado sentado. De pie no distingues a tus amigos. La decoración empieza a caer por su propio peso.
Fase 6: te da igual todo y comienzas a colocar en tu cuerpo todo lo que ves a tu alrededor. La serpentina se convierte en tu mejor corbata y no tienes ni idea de quién tiene tu sombrero ni tu cartera. Del móvil ni hablemos.
Fase 7: sientes que la cabeza te pesa e, incomprensiblemente, cuando la mueves algo rápido, queda colgada de tu cuello. Ríes por todo (y cuando digo 'todo' es hasta por el silencio) y empiezas a tener leves lagunas en tu mente.
De las fases 8 y 9 no puedo hablar porque nunca las recuerdo. Quizá en esas fases nos abducen los extraterrestres y después nos dejan en nuestra cama tras haber recogido toda nuestra información. La fase que sí recuerdo es la 10, ésa que sucede al día siguiente en Facebook, cuando a cada click de tu ratón sientes que la cosa no puede ir peor, pero siembre va. ¿De verdad que hice eso?
7 comentarios:
No podías haberlo explicado mejor...
Odio la fase 10!!
Jajaja... Es así. Muy bien las descripciones de las 10 fases. Siempre suelen suceder.
Por este post (que sí, me ha encantado porque me he sentido terriblemente identificado) se nota a la legua que tenías unas ganas tremendas de olvidarte del Excel y abrazarte a una buena botella de champagne.
Igualito que yo, anda que no te gusta a ti una buena fiesta...
jajajajaja...
Yo cuando voy a una fiesta en la que no me conocen mucho, intento ser prudente, para que no me recuerden como aquella amiga de no sé quien que se cogió aquel cebollon, Un buen análisis, odio esa fase en la que te tiras las copas encima o cantas. No puedo más, me averguenzo.
Jajajaja, qué grande. Me quedo con la fase de exaltación de la amistad, en la que abrazas y te declaras a todo el mundo, así como la de ponerte encima todo lo que pillas por el lugar...
La 10 es la más dolorosa... uf.
Bs :)
Jajaja XD
Tengo la suerte de no perder mucho la cabeza, pero me ha encantado el análisis fiestero, jeje!
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