No se me ocurre mejor momento para analizar los cambios que se están produciendo en la maison Dior que un domingo. Después de la telenovela que vivió John Galliano, director creativo de la firma, tras sus insultos a una pareja en un café de París, ríos de tinta electrónica se han escrito. Se le quitó de su puesto, no sólo de Dior, sino también de su marca homónima, y salió bastante airoso de sus juicios. En la actualidad, Dior ha sido tomada por el diseñador Raf Simons, mientras Galliano se mantiene en las sombras con el rumor de su inminente reaparición al frente de Elsa Schiaparelli.
Raf Simons en su último desfile para Jil Sander antes de irse a Dior.
La cosa se resume fácilmente: John Galliano consiguió levantar Dior como nunca nadie había hecho. Su forma de concebir la moda y su recargamiento imposible hicieron de la firma una de las más deseadas del mundo. Su prêt-à-porter era mejor que la Alta Costura de muchos y sus colecciones de Haute Couture elevaban a arte cada uno de sus vestidos.
Alta Costura Primavera-Verano 2009 de Dior.
Alta Costura Primavera-Verano 2010 de Dior.
Kilómetros de tela han formado parte de los mejores vestidos del mundo gracias a un inigualable, extravagante y loco John Galliano. Con su despido, la firma francesa quedó huérfana varias temporadas, en las que las costureras del taller de Dior fueron las que consiguieron sacar adelante la marca mientras se buscaba un nuevo director creativo. Tras mucho esperar, el minimalista Raf Simons fue el elegido, y con él, teniendo en cuenta su currículum, era más que seguro que Dior no volvería a ser lo que era. Y así fue.
Primer desfile de Raf Simons para Dior, Alta Costura Otoño-Invierno 2012/2013.
Con esta colección todos entendimos que la era Galliano estaba muerta y enterrada y que ya nada se volvería a saber del recargamiento. Yo me sentí como el fan de un grupo musical al que cambian de vocalista o de una serie en la que muere su protagonista, y así sigo. El viernes se presentaba en París la colección Primavera-Verano 2013 de Dior y seguía en una línea más minimalista si cabe:
Trajes de chaqueta negros (inimaginables en la era Galliano), pañuelos al cuello y vestidos de corte asimétrico. No encuentro el legado que Raf Simons ha querido mantener vivo, porque no es ni el de Galliano ni el de Monsieur Dior.
Esto fue lo más recargado que se vio.
¿Creéis que el trabajo de Raf Simons al frente de Dior está siendo el correcto? ¿Os gustaba más la forma de ver la maison que tenía John Galliano? Yo de momento, mantengo el recuerdo de la que fue, a mi juicio, su mejor colección ever: la de Alta Costura Primavera-Verano 2004, dedicada al Antiguo Egipto:
En fin, Dior ha tomado la senda de la sencillez gracias a Raf Simons y John Galliano esperemos que tome pronto las riendas de Elsa Schiaparelli para que nos regale la ilusión con la que esperábamos siempre sus desfiles. Ahora quiero saber tu opinión: