Móviles del mundo, hoy tengo una opinión para vosotros. Para vosotros y para los que os usan. Para las pantallas táctiles, las Blackberry y las versiones de Twitter para el móvil. Quiero volver a tener una conversación en directo con una persona sin que suene el tintineo de tu melodía.
Siempre he estado bastante enganchado al móvil (y a varias sustancias más, pero eso no interesa ahora), pero lo que está pasando últimamente me supera hasta a mí. Desde que se desarrollaron las pantallas táctiles, ha venido una revolución telefónica que no comprendo. Internet para el móvil al alcance de cualquiera ha sido un error para la Humanidad. ¿Queda alguien que pueda sobrevivir sin tener la mirada fija en una pantalla y los dedos en un teclado de última generación? Si es así, quiero conocerte.
Comprendo la utilidad de los móviles. No quiero dar la imagen de persona mayor que quiere erradicar una lacra social, sino que hago una llamada a la razón (una llamada metafórica). Me cansa un poco el hecho de estar conectado con el mundo completo las 24 horas del día, sin la oportunidad de estar ausente (ausente metafóricamente) durante un rato. Esta adicción de muchos a consultar el correo incansablemente, visitar Facebook entre clase y clase y comprar en Zara on-line mientras voy en el bus no es sana. De hecho, reúne las condiciones para considerar como droga una sustancia. ¿Alguien me entiende? Lo que más curioso me parece es que las compañías móviles se hayan dado cuenta de esta adicción social y se sirvan de ella para promocionar sus servicios. Este es el divertido spot de un nuevo móvil Microsoft:
Es el momento de un teléfono que nos salve de nuestros teléfonos.
La Evolución salva a los más fuertes y erradica a los débiles. Quizá dentro de unos años, el hombre haya hiperdesarrollado los pulgares. Yo seguiré con mi móvil sin conexión a Internet por mucho tiempo.